El guanguaco
Polibio y Floripa no podía tener hijos, seis años de casados intentándolo, vivían en Guaranda donde poseían extensas tierras.
Una tarde la pareja fue al pueblo a negociar unas tierras estaban ahí hasta las seis de la noche y cuando regresaban a casa bordeando los matorrales escucharon un lloriqueo, parecía de un niño tierno, cuando más allá vieron un bulto, era el niño que tanto deseaban. Polibio lo arropó y lo llevaron a casa, en el camino el niño decía: Dientes tengo, ve dientes tengo, más allá el niño agarró del cu
ello a Polibio y lo mató. Al ver esto Floripa corrió y huyó y al tropezar con una piedra cayó, cuando el niño la iba a agarrar del cuello el chillido de un niño bautizado asustó al monstruo, pues era la sirvienta con su niño, Floripa se salvó del Gauguanco y desde entonces ella se dedicó a ayudar a los más necesitados.
ello a Polibio y lo mató. Al ver esto Floripa corrió y huyó y al tropezar con una piedra cayó, cuando el niño la iba a agarrar del cuello el chillido de un niño bautizado asustó al monstruo, pues era la sirvienta con su niño, Floripa se salvó del Gauguanco y desde entonces ella se dedicó a ayudar a los más necesitados.
Mi padre me contó que esta historia le habia pasado a mi abuelo, él era oriundo de Otavalo y bebia mucho, un dia al salir de la cantina escuchó un llanto de bebé de camino a su casa, la expresión que tuvo fue: "Estas longas hijas de P.. que abandonan a los guaguas" y lo tomó entre sus brazos, al cargarlo por un tiempo sintió que el bebé se hacía mas pesado y de un momento al otro el ser dijo: Papito......dientecitos largos tengo, mi abuelo lo vió con asombro mientras la criatura repetia: Papito.......colita larga tengo, en ese momento lo arrojó al suelo y vio que el supuesto bebé se podia parar sin ninguna dificultad y con una voz demoniaca le dijo: A ver atrevete a botarme otra vez", en eso mi abuelo se dio la vuelta y corrió sin regresar a ver dandose cuenta que había ingresado a una quebrada, salió como pudo de allí y nunca se lo contó a nadie, unicamente a mi papá que nos lo contó a mis hermanos y a mi...... mi abuelo murió en el 92
ResponderEliminarLa historia de Polibio y Floripa toca profundamente el anhelo humano por la paternidad y la maternidad. La pareja, que vivía en Guaranda y tenía muchas tierras, representa la idea de que, a pesar de tener riqueza material, hay deseos intangibles que no se pueden comprar ni obtener fácilmente. La desesperación de no poder tener hijos los lleva a una situación inesperada y peligrosa. El encuentro con el niño, que en un principio parece ser la respuesta a sus oraciones, se convierte en una pesadilla cuando revela su verdadera naturaleza. El giro inesperado de la historia nos muestra que no todo lo que deseamos es necesariamente bueno para nosotros.
ResponderEliminarEl final trágico para Polibio y el escape milagroso de Floripa nos recuerdan la importancia de la providencia y la intervención divina. La aparición de la sirvienta con su hijo bautizado, que ahuyenta al monstruo, destaca la importancia de la fe y la protección que esta puede brindar en momentos de peligro.
Finalmente, la transformación de Floripa, quien decide dedicarse a ayudar a los más necesitados, resalta la capacidad humana de encontrar propósito y redención incluso después de enfrentar traumas y pérdidas devastadoras. La historia, en su conjunto, es una reflexión sobre el deseo, la fe y la capacidad de recuperación del espíritu humano.