miércoles, 18 de noviembre de 2009


El jinete muerto

En Manabí, cerca de la media noche los muertos regresan a resolver los asuntos pendientes que dejaron en la vida.

Según la historia dicen que hay una aparición de un hombre que encontró la muerte montado en un caballo, y el sobreviviente de la pelea demostró que actuó en defensa propia y continuó con su vida regular, tras dos meses empezó a tener pesadillas con el fallecido que montado en su caballo negro lo amenazaba. Él comenzó a vagar de pueblo en pueblo para encontrar tranquilidad durante un año, el montubio otra vez regresó a su pueblo la mañana del dos de noviembre, estaba más aterrado que nunca y decía que le iba a matar el jinete muerto y pedía que lo arresataran, después de tanto suplicar, el teniente político lo arrestó. Él mismo que se quedó acompañándolo toda la noche, y a las doce de la noche se oyó un ruido, pues era el jinete muerto, el señor estaba gritando, y después que cesaron los gritos se tranquilizó, y dicen que desde entonces todas las noches del 2 de noviembre aparece el jinete muerto.

El guanguaco

Polibio y Floripa no podía tener hijos, seis años de casados intentándolo, vivían en Guaranda donde poseían extensas tierras.

Una tarde la pareja fue al pueblo a negociar unas tierras estaban ahí hasta las seis de la noche y cuando regresaban a casa bordeando los matorrales escucharon un lloriqueo, parecía de un niño tierno, cuando más allá vieron un bulto, era el niño que tanto deseaban. Polibio lo arropó y lo llevaron a casa, en el camino el niño decía: Dientes tengo, ve dientes tengo, más allá el niño agarró del cuello a Polibio y lo mató. Al ver esto Floripa corrió y huyó y al tropezar con una piedra cayó, cuando el niño la iba a agarrar del cuello el chillido de un niño bautizado asustó al monstruo, pues era la sirvienta con su niño, Floripa se salvó del Gauguanco y desde entonces ella se dedicó a ayudar a los más necesitados.
El hombre del camino


En Chunchi, provincia de Chimborazo, habían dos amigos que jugaban cuarenta, una noche decidieron jugar para ver cuál era el mejor, entraron en riñas y uno de ellos resbaló y murió repentinamente. Al ver lo sucedido Oligario huyó a casa asustado en busca de Cucayo, para escapar y evitar ser apresado. Mientras viajaba sentía una voz que decía: Mal amigo ¿ por qué me mataste?, atormentado decidió huir a la costa y en el camino encontró un amigo que lo acompañó.

Ante tanto tormento decidió contarle al amigo del camino lo sucedido, y este le recomendó ir al cementerio a rezar. Él fue y sintió paz pero detrás suyo tuvo la presencia de alguien y uno voz que le decía: Mal amigo ¿por qué me mataste? Pensó que era el hombre del camino pero al regresar a ver era la ara del hombre transformándose en la cara el amigo que había matado.

Al otro día lo encontraron muerto en el cementerio y de esto se concluye: Que se puede huir de la justicia de los vivos pero no de la de los muertos.
Mariangula


Era una chica que vivía en Ibarra, la mayor de tres hermanas, era mandona y carishina, que jugaba con los hombres.

Su madre vendía tripas y su padre era zapatero. Un día la mamá le encargón comprar tripas y punzún en el camal, como a ella le encantaba pasear aceptó de inmediato, en el camino vio a unos chicos jugando planchas y ella decidió quedarse a jugar y perdió todo el dinero de la compra. Luego de esto fue rumbo al mercado para pedir fiado el encargo, cuando de pronto vio pasar una corte fúnebre y sintió curiosidad y fue hasta el cementerio para saber de quien se trataba, era una mujer.

Al salir fue al camal, las vendedoras no creyeron en su mentira y o le dieron el encargo, mientras el carnicero se burló diciéndole: Es mejor que saques las tripas a un muerto porque de lo contrario tendrás una buena paliza.

Sin pensar 2 veces Mariangula fue a casa a coger un cuchillo de zapatero y un martillo para ir a la tumba a sacar las tripas y el punzún, luego del acto regresó a casa y se puso a cortar las tripas de tal forma que no se encuentre la diferencia. En la noche Mariangula tuvo un pesado sueño y despertó a las doce por los aullidos de los perros y ya no pudo conciliar el sueño. Escuchó unos pasos y una voz que decía: Mariangula, devuélveme las tripas y el punzún que me robaste de mi santa sepultura.

La niña del susto y temor quedó paralizada y su corazón dejó de latir.

Al otro día sus padres le encontraron muerta con la cara de susto y sin sus intestinos.


Muerta de frío
En la ciudad de Ambato vivía Bienvenido Suárez, buscaba una esposa pues solamente ha salido con dos únicas chicas quienes al descubrir su pobreza se alejaron, era tan pobre que tenía que alquilar ropa para salir los domingos.
Un domingo por la tarde regresaba a su cuarto pues su cita lo había plantado, por el parque la Merced vio a una chica sentada en una banca, ella se hallaba sola y su ropa totalmente empapada y se la veía con frío sus ojos estaban llorosos, Bienvenido se sentó al lado de ella y le preguntó por qué estaba triste, ella le dijo que su papá se enojó con ella, Bienvenido le aconsejo que volviera y le prestó su chompa para abrigarla. La chica le dijo que al otro día le devolvería la chompa en el mismo lugar, cosa que no sucedió y como Bienvenido tenía que devolver la chompa alquilada fue hasta su casa, y al golpear salió un hombre de luto a quien le preguntó por Mercedes,y él le respondió que había muerto hace dos meses.
Bienvenido relató lo sucedido , y el padre de Mercedes ante tanta incredulidad fueron al cementerio, en donde encontraron la chompa colgada en la reja del nicho, ante esto el padre concluyó diciendo: que el día que contrajo la neumonía, que fue la causa de su muerte estaba con esa vestimenta.
El chuzalongo

En Cumbe pueblo del Azuay vivía un arriero que traía leña del monte. Ezequiel Cruz salía a las seis de la mañana y regresaba al medio día arriado un burro cargado. Ezequiel tenía cuidado de no pasarse de esa hora porque según contaban en las tardes aparecía el CHUZALONGO.

Una mañana Ezequiel tropezó con una madriguera y se torció el pie y el animal asustado por su grito escapó, cuando el dolor disminuyó fue en busca del animal, oyó a su animal que rebuznaba lo encontró espantado dando brincos frente a un monstruo ¡ era el CHUZALONGO! .

Ezequiel quizo huir pero el monstruo lo descubrió, asustado se dijo: ahora sí esta bestia me mata el monstruo le quitó el sombrero, el poncho y sus botas, él supuso que quería vestirse y se quitó el pantalón, lo volteó dejando una vasta adentro u otra afuera y así logro entretener al CHUZALONGO y poder escapar.
La mano negra


Cuentan que un chico llamado Antonio era tan vanidoso que una noche vio una mano del diablo que se le había caído al tratar de botar el agua bendita y le llamaba diciéndole: ¡ Ven Antonio! Y él se asustó tanto que se fue donde el padre mayor, se confesó y de penitencia lo mandaron a rezar por nueve días y Antonio pensó que ya todo había pasado pero la mano negra le siguió a todos lados y entonces todos los padres franciscanos se pusieron atrás de Antonio y como si se tratase de una procesión lo siguieron hasta que llegaron al cripta y la mano negra se llevó a Antonio al infierno y no se supo más sobre él.